El nuevo Boca

El libro de pases del fútbol argentino cerró ayer a las 20:00. Boca, en cambio, bajará la persiana oficialmente apenas el reloj marque la llegada del mediodía, cuando desde la puerta del vestuario principal de la Bombonera aparezcan las caras nuevas que se incorporaron en el mercado más largo de toda su historia. Nueve jugadores son los que llegaron. Nueve son, también, los que se fueron. El nueve Boca, digamos.

Será una presentación con ciertas curiosidades. Tres de los que llegaron ya debutaron en la dolorosa serie contra Independiente del Valle: Darío Benedetto -el que mejor rendimiento mostró en los partidos post eliminación-, Fernando Zuqui y Walter Bou -junto a Bentancur es considerada la mejor promesa que tiene el club-. Con las urgencias para cubrir las necesidades previa a las semifinales de Libertadores llegaron también Santiago Vergini -puertas adentro, piensan que le agregó el orden que faltaba en la línea de fondo- y regresaron tras el vencimiento de sus préstamos Gonzalo Castellani (¿se irá?) y Lisandro Magallán. Las derrotas en Quito y la Bombonera allanaron los caminos de entrada y salida: se fueron varios, llegaron otros tantos.

“Había ciclos vencidos desde la época de Bianchi que se extendieron con la descalificación en la Libertadores del Panadero y el doble título a fin de año con el Vasco”, cuentan en los pasillos de la Bombonera, aunque nadie se anime a reconocerlo públicamente. La movida alcanzó a tres históricos (Agustín Orion, Cata Díaz y Cristian Erbes), dos que prefirieron buscar continuidad en otro lado (Andrés Chávez y Marcelo Meli), uno que era considerado titular pero que se desgastó en el tiempo que estuvo en el club (Nicolás Lodeiro) y otros tres que si iban al banco era un milagro (Sebastián Palacios, Alexis Rolín y Nicolás Benegas). “Estamos bien. Se han ido la misma cantidad que han llegado. Era necesario. Los mismos jugadores lo promovieron, terminó siendo un recambio. Estoy conforme, también se le han dado la oportunidad a muchos juveniles. Hay muchos chicos que están trabajando con nosotros. Bentancur fundamentalmente, Chicco, Molina. Estoy conforme e ilusionado. Estamos muy bien”, analizó Guillermo Barros Schelotto, con todo el plantel a disposición.

Sin la obligación de negociar a contrarreloj como en la primera parte del mercado, se sumaron Ricardo Centurión -esperan que aporte el salto de calidad que faltaba sobre la banda izquierda en el nuevo esquema-, Sebastián Pérez -más temprano que tarde será titular-, Axel Werner -peleará mano a mano el puesto con Sara-, Nazareno Solís -proyecto a mediano plazo- y Wilmar Barrios -es considerado un jugador interesante, aunque llega en un momento en el que no era necesario cubrir el puesto-. “Los jugadores que llegaron fueron algunos pedidos y otros que eran los que permitía el mercado. Intentamos no hacer locuras. La cuenta pendiente fue Marchesín y Gómez, pero pedían cifras imposibles en el fútbol argentino”, le contó a este medio alguien que entra sin pedir permiso tanto a las oficinas de la Bombonera como a los vestuarios del complejo Pedro Pompilio.

El 2 de junio, Zuqui firmó su contrato en Boca. Fue el primer refuerzo. Ayer, 25 de agosto, Barrios oficializó su llegada. Entre el primero y el último pasaron 83 días -y varias cosas más. Desde entonces, Guillermo trabaja para formar su equipo. El nueve Boca.

Fuente: Diario Olé

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