Tragedia de Once: De Vido escuchó los cargos en silencio y su abogado culpó al motorman

Menos de un mes antes de las elecciones, el funcionario kirchnerista que supo concentrar la mayor cuota de poder y fondos públicos se sentó ayer por primera vez en el banquillo de los acusados. Julio De Vido escuchó ayer sin inmutarse durante cinco horas, en total silencio y con el ceño fruncido, todas y cada una de las acusaciones en su contra por su supuesta responsabilidad como ministro de Planificación en la tragedia de Once.

Fue una larga jornada que transitó momentos de tensión con los familiares de las víctimas, lo que obligó a Julio De Vido a retirarse escondido por un subsuelo de Comodoro Py al finalizar el primer día del juicio.

El único que tomó la palabra durante las cinco horas de audiencia fue su abogado, Maximiliano Rusconi, que pidió la postergación del plazo para presentar nulidades en el juicio, pedido que fue concedido por el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 4, presidido por el juez Pablo Bertuzzi. Horas antes, el letrado había pedido en un comunicado un «juicio justo» para De Vido.

El ex ministro ingresó a los tribunales federales a las 9.15 a en la camioneta Mercedes-Benz de Rusconi junto con sus colaboradores. Lo esperaba en la antesala Roberto Baratta, su mano derecha en Planificación, que lo acompañó durante toda la audiencia. El momento más emotivo ocurrió apenas ingresó a la sala: los familiares de las víctimas de Once levantaron sus carteles para recordar a los 52 muertos por la tragedia, mientras los fotógrafos retrataban los primeros movimientos del ex ministro.

Mirada en alto, la mano constantemente sobre la barbilla y el gesto adusto; con esa postura transcurrió la mayor parte de las cinco horas que duró la lectura de la elevación a juicio realizada por la fiscalía y las acusaciones de las querellas. Hubo tiempo para un cuarto intermedio antes del mediodía. De Vido respondió mensajes de WhatsApp y leyó algunos correos electrónicos, mientras conversaba con Rusconi.

«No estaba a la defensiva, simplemente es su forma de ser. Lo buscaron durante cinco horas y no lograron sacarle ni una mueca. Quiere ser muy respetuoso con los familiares de las víctimas», dijeron desde su entorno. Y remarcaron que tanto él como su defensa están confiados en poder demostrar su inocencia ante el tribunal.

En su primera intervención pública sobre el caso, Rusconi eligió ayer comunicar ante la prensa sus primeros razonamientos sobre la causa al considerar que el juicio «lesiona un conjunto de garantías constitucionales» del ex ministro.

El juicio será una disputa de derecho administrativo entre penalistas. El tribunal deberá determinar, sobre la base de las atribuciones otorgadas por resoluciones y decretos, la responsabilidad de De Vido en la tragedia como ministro del área. El TOF Nº 2 condenó en diciembre de 2015 a los ex funcionarios Juan Pablo Schiavi (ocho años de prisión) y Ricardo Jaime (seis años) y al empresario Claudio Cirigliano (nueve años). Después del primer juicio por la tragedia de Once, el tribunal entendió que, por lo menos, De Vido debía ser juzgado.

«Se ha partido de un escenario de ciencia ficción en el cual desde los más altos niveles de gestión administrativa se podría controlar todas y cada una de las formaciones antes de su salida», respondió ayer su abogado. La defensa de De Vido adelantó también otro de los ejes que enfocará para evitar que asuma responsabilidades por el choque. «Ha sido exclusivamente el motorman, Marcos Córdoba, quien creó el riesgo jurídicamente reprobado», sostuvo. El conductor de la formación del tren Sarmiento que chocó contra la plataforma de la estación Once fue condenado a tres años de prisión en el primer juicio por la tragedia.

Minutos antes de terminar la audiencia, Rusconi pidió postergar el plazo para presentar nulidades porque había tomado oficialmente la defensa apenas 48 horas antes del juicio, beneficio que le otorgó el tribunal. Los jueces deberán escuchar, por lo menos, a 40 testigos. Se espera que De Vido sólo vuelva a presentarse sobre el final del juicio. «Dentro de lo horrible y doloroso que es esto, sentí una satisfacción enorme [por ver a De Vido sentado como acusado]. Desde un principio sabíamos que este día tenía que llegar y nos costó lágrimas de sangre», dijo a LA NACION Vanesa Toledo, hija de Graciela Díaz, una de las víctimas de Once. Por precaución, las fuerzas de seguridad sacaron a De Vido escondido por un subsuelo.

¿Cuáles son los delitos?

De Vido llega al juicio oral acusado del delito de fraude cometido por un funcionario y estrago culposo. La pena máxima por ambos delitos en caso de que sea condenado es de 11 años de prisión.

Las pruebas

Se sustentan en los expedientes sobre el mantenimiento de los trenes, que determinaron el estado deplorable en que estaban.

Las normas relacionadas con las funciones que tenía De Vido como ministro de Planificación y sus funciones.

Y el peritaje que estableció que en el tren funcionaban los frenos, aunque como faltaban dos compresores hubo una pérdida en la recuperación de presión del tren, que fue accionada repetidamente y no llegó a estar completamente disponible para aplicar toda su potencia. Además, siete de los ocho vagones estaban circulando sin haber tenido mantenimiento.

Por eso, a De Vido se lo acusa de no haber controlado las condiciones de funcionamiento de los trenes, de la infraestructura, del personal y del destino de los fondos públicos entregados a la empresa TBA.

Fuente: La Nación

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