Carrió suma un lugar en el control de la transparencia del Estado

Fernando Sánchez -mano derecha de Elisa Carrió – pasó a trabajar en la Casa Rosada en la órbita de Marcos Peña , en la Secretaría de Fortalecimiento Institucional, y promete inaugurar una nueva instancia en la lucha contra la corrupción. Pero su llegada podría tensar la relación entre las agrupaciones que integran Cambiemos. Detrás de la diplomacia, las preocupaciones de la Coalición Cívica respecto de la reparación institucional siguen vigentes.

La Coalición Cívica, que siempre mantuvo posturas tajantes contra la corrupción, a partir de ahora tiene un representante en un espacio clave de gestión.

En diálogo con LA NACION, Sánchez anticipó que desarrollará «políticas públicas que fortalezcan la integridad en la función pública y prevengan la corrupción», en coordinación con la Oficina Anticorrupción (OA), la Sindicatura General de la Nación (Sigen), la Procuración del Tesoro y la Agencia Nacional de Acceso a la Información Pública.

Su asunción coincidió con una fuerte advertencia de Carrió, quien a fines del año pasado criticó la alianza de Enrique «Coti» Nosiglia y Daniel Angelici , presidente de Boca Juniors y hombre de estrecha confianza del Presidente, al frente de la conducción de la UCR porteña.

La titular de la OA, Laura Alonso, mantiene un vínculo cercano con Angelici. Su marido, Ernesto «Larry» Ochoa, y Angelici militaron juntos en la Juventud Radical. Alonso y Ochoa también fueron parte de PROA, la agrupación que lideraba Angelici cuando quiso disputar la conducción del radicalismo porteño en 2012.

Además, Carrió pidió, con el consenso del bloque de la Coalición Cívica, la destitución del juez Enrique Lavié Pico por mal desempeño. Por una medida cautelar que dictó este juez, los bingos de Angelici ya no pagan el aumento del impuesto a las ganancias. Lavié Pico convalidó su principal argumento: que ese tributo es «confiscatorio» para toda la industria del juego según como fue diseñado. La AFIP, sin embargo, apeló la medida cautelar.

Al ser consultada por LA NACION sobre los cuestionamientos de los referentes de la Coalición Cívica sobre Angelici, Alonso se abstuvo de opinar, al aclarar que no participa de cuestiones partidarias desde que el Presidente la designó en la OA. «La Justicia es independiente en Argentina y debe trabajar denodadamente y con mucha transparencia para recuperar la confianza de los argentinos mostrando resultados», remarcó.

Sánchez bajó el tono a las críticas de Carrió y se mostró satisfecho con el desempeño de la OA. «Con Laura trabajamos excelente; ella hace un muy buen trabajo. Hay indicadores de cumplimiento de las tareas de la Oficina Anticorrupción y eso se puede ver en la cantidad de expedientes abiertos», dijo. Sin embargo, sobre la cuestión que involucra a Angelici, Sánchez advirtió: «Tengo suficiente relación y libertad para llamarle la atención a la OA si considero que algún tema lo amerita».

Carrió denunció a Angelici por operar en la Justicia en 2016. El fiscal Federico Delgado pidió su declaración indagatoria por presunto tráfico de influencias y el juez Sebastián Casanello lo sobreseyó en noviembre de 2017. Pero Angelici todavía es señalado por su injerencia en la Justicia. Le adjudican tener poder sobre los nombramientos en el Consejo de la Magistratura de la ciudad, la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y dentro de la OA. Sin ir más lejos, Fernando Rey, un sobrino suyo, es secretario en el juzgado de Ariel Lijo. Tal como reveló LA NACION, Angelici formó parte de la reunión con el jefe de la AFI, Gustavo Arribas; el ministro de Justicia, Germán Garavano, y el presidente Mauricio Macri, en la que se logró cancelar la citación a «Freddy» Lijo, hermano del juez, a declarar en el Consejo de la Magistratura por sus vínculos con el excamarista Eduardo Freiler.

Fuente: La Nación

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