De espaldas a la Casa Rosada, los gremios docentes de todo el país, acompañados por la CTA, convocaron ayer a «construir» un paro nacional. Fue durante la segunda Marcha Federal Educativa, que reunió a cientos de miles de trabajadores y sindicalistas en la Plaza de Mayo para pedir la reapertura de la paritaria nacional , la resolución de los conflictos salariales provinciales y rechazar el regreso del país al FMI.
La marcha convocada por Ctera fue acompañada por la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), la Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) y el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), entre otras agrupaciones estudiantiles que ayer hicieron paro en las escuelas de todo el país.
Según los organizadores, unos 280.000 docentes participaron de la manifestación. Y se registró un 95% de paro en las escuelas de todo el país.
En cambio, el gobierno de Mauricio Macri informó que la adhesión al paro fue tan solo del 30% de las escuelas, y tildó como «desproporcionado el paro» ya que, según se informó, en 20 de las 24 provincias hubo arreglo salarial.
Según datos oficiales, las provincias donde más se sintió el paro fueron Santa Fe (70%), Río Negro (68%), La Pampa (65%), Tierra del Fuego (60%), Santa Cruz (50%) y Buenos Aires (43%). En esta última provincia la lucha se duplicó: hubo 48 horas de paro, en lugar de 24.
La marcha comenzó el lunes en el norte y el sur del país, y concluyó ayer, en pleno centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, frente al Cabildo.
«Hacer un paro nacional es una desproporción si se tiene en cuenta que hay 20 provincias que ya arreglaron salarios», dijo Finocchiaro. «Esto no es genuino», aseguró el director general de Cultura y Educación de la Nación. De este modo, deslizó un interés político en vez de un interés genuino en defensa de la escuela pública.
En tanto, desde la Plaza de Mayo, una multitud improvisó una canción al ritmo de la popular obra antifascista «Bella Ciao».
«Esta marcha viene desde las montañas del norte, del norte profundo, de las escuelas rurales, de las escuelas de islas, de las escuelas de lagos, vamos a seguir luchando», dijeron los organizadores mientras las columnas llegaban por 9 de Julio, Diagonal Norte y Diagonal Sur.
Desde el escenario montado sobre la calle Bolívar, Eduardo López abrió las alocuciones: «Pensaban que no íbamos a venir por las rejas que rodean la Casa Rosada. Pues bien, le hacemos honor al Cabildo de Buenos Aires donde decimos patria sí, colonia no. Nos están diciendo FMI sí. Pero nosotros en las calles decimos sí a la patria, no al Fondo Monetario Internacional», dijo el representante de UTE-Ctera.
A continuación, el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, dijo: «Tenemos la gratificación de no haber cedido ni una coma al 15 por ciento. Los docentes de la provincia de Buenos Aires vamos a continuar la lucha hasta que escuchen», prometió el hombre que le da pelea a la gobernadora María Eugenia Vidal. Y concluyó: «Unidad de la clase trabajadora para el paro general, en contra del FMI y del ajuste».
Por los metrodelegados, Beto Pianelli también convocó al paro. «Nos comprometemos a seguir peleando igual que lo hacen ustedes», dijo. En representación de la Federación de Educadores Bonaerenses, Mirta Petrocini denunció: «La vocación de diálogo no existe».
«Podrán descalificarnos. Podrán intentar acorralarnos. Pero con unidad vamos a hacer frente al ajuste».
Desde Ctera, Sonia Alesso reclamó: «Basta de ajuste. Basta de hambre. Queremos paritarias. Queremos financiamiento educativo».
Desde el escenario que tuvo por único cartel la consigna «No al FMI». Alesso admitió: «Con los docentes solos no alcanza. Nosotros somos el viento que tiene que construir un paro nacional. A seguir peleando».
Un coro de docentes y sindicalistas retrucó: «Al ajuste de Macri lo vamos a parar con más lucha y unidad».
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