La negociaciones con el Fondo Monetario Internacional continuarán esta semana. Funcionarios de los ministerios de Hacienda y Finanzas llegarán hoy a la sede del organismo multilateral en Washington para retomar las conversaciones sobre los términos y condiciones del crédito stand-by que solicitó el gobierno de Mauricio Macri. Desde el Palacio de Hacienda destacan la celeridad lograda durante las primeras semanas de reuniones formales y no descartan un nuevo viaje del ministro Nicolás Dujovne para encontrarse con la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, en las próximas semanas. El préstamo requerido por el gobierno de Mauricio Macri viene acompañado por las tradicionales condicionalidades y reformas estructurales del Fondo. Las jubilaciones, el empleo público, la asistencia social y los subsidios son algunos de los ítems que propone recortar del gasto público el FMI.

Un informe del Instituto de Economía y Trabajo (ITE) de la Fundación Germán Abdala publicado ayer ofrece un relevamiento de las recomendaciones realizadas por el Fondo a fines de 2017 en la supervisión del Artículo IV. “Las autoridades sostuvieron en reiteradas oportunidades que el FMI no impondrá ningún programa de reformas como condicionalidad”, sostiene el documento aunque advierte que “es evidente que existirán condicionalidades, y que éstas se traducirán en un programa clásico de ajuste fiscal”.

Las exigencias darán forma al “acuerdo stand-by de acceso excepcional” que negocian en la sede del FMI el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena; el jefe de asesores de esa cartera, Guido Sandleris, y el secretario de Finanzas, Santiago Bausili. El mecanismo de financiamiento requerido habilitaría un préstamo por más de 19.700 millones de dólares que es el límite previsto para un stand-by tradicional a la Argentina.

“La particularidad de esta coyuntura es que la mayoría de los puntos están en la agenda del gobierno. En muchos se ha avanzado, aunque con algunos frenos producto del conflicto social que generaron”, sostiene el ITE al enfatizar distintas áreas donde el FMI propone ajustar el gasto.

La primera es profundizar la reformar el sistema de jubilaciones. El FMI propone definir un pilar no contributivo para adultos mayores de 65 años pobres y otro contributivo, pero sin regímenes especiales. A su vez, “recomienda” que los ajustes jubilatorios se produzcan en base a la inflación futura y no a la pasada. El documento del Fondo insiste con universalizar el aumento en la edad jubilatoria para las mujeres de 60 a 65 años, y reducir los aportes personales y contribuciones patronales al 10 por ciento. Otro rubro que surge del relevamiento del ITE sobre las revisiones del Fondo es la reducción del empleo público, reemplazando solo a la mitad de los que renuncian y/o congelando las contrataciones (principalmente en las provincias). Adicionalmente se sugiere “focalizar la asistencia social: pasar a un sistema unificado e integral que se ajuste por la inflación futura”.

Entre los ajustes propuestos por el organismo al que Macri solicitó un crédito extraordinario figura la reducción en las asignaciones familiares para que cubran solo a los trabajadores con ingreso medio, en lugar de 1,5 veces el ingreso medio como ocurre actualmente. “Es imposible distinguir cuáles serían las partes contrapuestas en una eventual negociación entre el gobierno y el FMI, ya que ambos comparten el mismo programa de ajuste”, apuntan desde el ITE.